Alebrije de Venado

La pareja Jesús y Roxana Hernández nacieron en San Martín Tilcajete, Oaxaca, cuna de los alebrijes. Jesús aprendió a tallar madera desde los cinco años, guiado por su familia, una de las primeras en dar vida a esta tradición. “Este trabajo es una herencia que ha pasado de generación en generación, y me llena de orgullo continuarlo”, comparte Jesús, “Cada pieza está llena de sentimientos y tradiciones. Me recuerda a mi infancia, cuando iba al campo con mi abuelo; de ahí nace mucha de mi inspiración, al observar las ramas de los árboles que después se transforman en figuras únicas”.

Roxana es quien da color y alma a cada figura. Con paciencia y creatividad, pinta cada alebrije mientras cuida del taller y de su familia. Su pincel no solo decora, sino que da vida.

Juntos forman un equipo guiado por el talento, la pasión y el amor por sus raíces.